Inspección técnica de edificios

Lo primero que necesita tu edificio, antes de planificar ninguna reforma, es un buen diagnóstico para saber qué le pasa, es decir, necesita una inspección técnica de edificios (ITE).

La ITE consiste en una inspección visual llevada a cabo por un técnico/a competente y tiene como objetivo determinar el estado del edificio en ese momento y orientar a los propietarios sobre qué intervenciones deben realizarse para cumplir con el deber de conservación y mantenimiento del edificio.

Este informe representa una gran oportunidad para que tú y tus vecinos seáis conscientes del estado de vuestro edificio, y de cómo podéis mejorar de forma planificada su sostenibilidad, eficiencia energética, funcionalidad y condiciones de accesibilidad.

A grandes rasgos, y según la normativa vigente, todos los edificios de viviendas deben someterse a la inspección técnica antes de los 45 años de antigüedad, tomando la fecha que consta en el catastrocomo referencia para determinarla.

Se prevé también que las ordenanzas locales puedan contener previsiones más amplias y exigentes.

La inspección se considera exigible también en caso de que el edificio quiera optar a subvenciones públicas para su rehabilitación.

La obligación de llevar a cabo la inspección y de hacerse cargo del coste recae sobre la comunidad de propietarios y la pueden llevar a cabo técnicos con titulación en arquitectura, arquitectura técnica o ingeniería de edificación.